Me concilio encima

Enviado por: Li octubre 11, 2017 No hay comentarios

Bueno, tema peliagudo. Currar o no currar, baja o no baja. Empezamos.

Disclaimer: siempre me ha dado muchísima rabia la gente (hombres o mujeres) que aprovechan cualquier excusa para pillarse la baja sin demasiada razón. La picaresca va en nuestro ADN y siempre hay gente que se las apaña para sacar días o semanas por la patilla. Yo llevo currando desde los 23 (tengo 39) y he podido faltar al trabajo como 5 días en todos esos años. Soy una pringada, lo sé, pero el rollo de la ética me puede. También debo decir que soy autónoma desde hace seis años y si no curro, no cobro. Tengo una salud de puta madre.

La situación. Soy un autónoma y facturo a través de una CB que tengo con mi hermano. Tenemos un despacho. El 60% de nuestra facturación conjunta es para una empresa grande. Para trabajar solo necesitamos un ordenador y una conexión a internet y el despacho lo tenemos porque el local es nuestro, si tuviéramos que pagar un alquiler, probablemente trabajaríamos desde casa.

La no/baja durante el tratamiento. No me cogí ni un día de baja durante el tratamiento, pero porque no me hizo falta. El día de la punción estaba en casa a las 11 de la mañana y me quedé trabajando en el sofá el resto del día. El de la transferencia trabajé hasta la hora de ir a la clínica y la tarde sí que me la pasé a la bartola. Las llamadas de los embriólogos y la llamada de la beta las recibí sentada en el despacho porque así estaba entretenida y no pensaba ni le daba vueltas a las cosas. Cada uno tiene sus válvulas de escape y yo soy un poco workaholic.

La no/baja durante el embarazo. No he he cogido ni un día de baja durante el embarazo, pero porque no me ha hecho falta. Si hubiera trabajado por cuenta ajena, lo más probable es que me hubiera tocado cogerme la baja con el tema del reposo, pero por suerte para mí, he podido seguir mi rutina profesional casi sin ninguna alteración trabajando desde casa, en el sofá los días que estaba peor y desde el escritorio los días que estaba mejor.

Estos meses me han preguntado un montón de veces por qué no cogía la baja y las razones básicamente eran estas: 1) porque sola en mi casa, de reposo y sin nada que hacer, me puedo cortar las venas, sobre todo durante las semanas que tenía manchados o cuando el bebé no era viable aún y tenía el riesgo de parto prematuro. El curro me ha entretenido. 2) Porque la baja que me quedaba por embarazo de riesgo era básicamente una puta mierda (unos 400€ al mes y pago casi 300€ de autónomos, así que me hubieran quedado 100€). Y 3) porque el reposo no afectaba en lo más mínimo a mi capacidad de trabajar, solo a mi movilidad y a mi estética (os hubiera molado verme con pantalón de pijama y zapatillas de ir por casa pero maquillada y con americana para hacer Skypes).

Ahora, a las 37 semanas, he pedido ya la baja aunque la mutua me está puteando bastante. Pero estas semanas ya necesito bajar un poco el ritmo y, sobre todo, empezar a acostumbrar a los clientes a que no voy a estar. Me queda esta recta final para terminar de mandar los mails a todo el mundo, atender sus dudas sobre cómo nos vamos a organizar, dejarme el trimestre cerrado, etc.

La baja por maternidad. Me hubiera encantado partirme la baja con mi marido, pero en su empresa no han evolucionado tanto aún. Le han dado todas las facilidades del mundo para cogerse las 4 semanas que le corresponden (lo va a hacer mitad a jornada completa y mitad a media jornada), pero lo de plantearse cogerse él 8 semanitas lo veía demasiado ‘moderno’ y se ha autocensurado. Vale, que esto no es Finlandia, pero conozco gente que lo ha hecho.

Yo no tenía claro si hacer baja o no por aquello de que si no curras, no cobras. Estoy obligada a hacer 6 semanas y la verdad es que, ya puesta, voy a hacer las 16. Eso no quiere decir que durante 16 semanas deje totalmente desatendido el negocio porque hay cosas de las que debes estar pendiente cuando tienes tu propia empresa, pero nada de reuniones, whatsapps a horas intempestivas y cosas «de ya para ya porque ahora me entran las prisas después de semanas sin dar señales de vida». Si estos meses atiendo a algún cliente será por hacerle un favor y por la confianza.

El tema chungo es que yo me puedo permitir hacer esto porque llevamos meses acumulando colchón en la empresa para poder pagarme un ‘complemento’ a la baja que me va a quedar cotizando el mínimo. Y ese ‘complemento’ me lo puedo pagar porque tengo una sociedad y habrá 3 personas haciendo el trabajo. Si fuera autónoma facturando como autónoma tendría que elegir o una baja de mierda o nada de baja y volver a currar full time con un bebé de 6 semanas. Todo es una mierda y está muy mal montado.

No me siento especialmente mala persona por no plantearme abandonar totalmente el curro cuando nazca el bebé. Me ha costado muchísimo el embarazo pero también me ha costado muchísimo estabilizar el negocio y llegar al punto en el que estamos ahora. Yo quiero disfrutar de mi hijo y seguir pendiente de las cosas de las que debo estar pendiente. Otra cosa será que la realidad me supere y tenga que cambiar mi plan inicial. Igual que tengo clarísimo que no voy a ser madre para enchufar al niño a las 8 de la mañana y recogerlo a las 8 de la tarde, tampoco llevo años currando como una animal para olvidarme de un negocio que, además, comparto con mi hermano. ¿Hay algo de malo en quererlo todo? Llamadme inocente.

 

(La foto es del escueto informe de baja de mi médico de cabecera. Las trabas que me está poniendo la mutua para darme las 3 semanas de baja de mierda que me quedan hasta salir de cuentas dan para un post o un serial. Parece que en lugar de cuatro duros me tengan que pagar un euromillonario premiado. Spoiler: parí a las 48h y la mutua no tuvo que darme ninguna baja).

Autor: Li

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